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Este tratamiento consiste en el análisis cromosómico o genético de los embriones, de modo que detectamos la presencia de anomalías o enfermedades.
Previo al análisis, se realizara por parte del equipo médico un estudio a la pareja, se pedirán pruebas de genética (cariotipo), se estudiaran los antecedentes familiares y finalmente se diagnosticara el motivo por el cual realizar un DGP.
-Abortos de repetición
-Edad materna avanzada
-Fallos previos de FIV
-Baja calidad seminal
-Cariotipo alterado
-Enfermedades monogénicas
El tratamiento se realiza como una complementación del tratamiento de ICSI.
Una vez tenemos los embriones en desarrollo, estos serán biopsiados y se analizan genéticamente antes de ser transferidos al útero de la mujer.
La biopsia puede realizarse en D3 de desarrollo embrionario, donde analizaremos una célula del embrión o en D5 donde analizaremos unas pocas células procedentes del trofoectodermo. Posteriormente esta célula o trofoectodermo será analizado y los embriones serán congelados a la espera de un resultado diagnóstico.
Una vez tengamos el resultado del análisis, se hablara con la paciente para comenzar con un tratamiento de preparación endometrial. Para ello, se administra medicación que nos ayuda a conseguir un grosor suficiente del endometrio, lo cual es muy importante para que se produzca la implantación del embrión.
Una vez el endometrio este preparado, se procederá a la descongelación y transferencia al útero de aquellos embriones sanos, libres de cualquier alteración cromosómica o enfermedad genética, aumentando de este modo la probabilidad de embarazo y sobre todo de bebé sano en casa.
En caso de tener varios embriones sanos, los que no se transfieran se mantendrán congelados.