28 octubre, 2024
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La Fecundación In Vitro, FIV, es una técnica cuya finalidad es mejorar la fertilización.
Durante un tratamiento de FIV/ICSI, se extraen los óvulos de los ovarios, se fertilizan con espermatozoides en el laboratorio y se dejan en cultivo entre 2 y 6 días, antes de volverse a introducir en el útero de la mujer, estos ya en forma de embrión o blastocisto.
La fecundación in vitro se puede realizar mediante dos técnicas:
-La técnica de Fecundación in Vitro convencional (FIV), la cual está indicada en muy diversas circunstancias, pero sobre todo cuando hay patologías que impiden que el espermatozoide llegue al óvulo.
Esto puede ser debido a un bloqueo o daño en las trompas de Falopio, endometriosis sin logro de embarazo tras tratamiento médico o quirúrgico; o en aquellos casos de disfunción ovárica, sin conseguir embarazo después de inducir la ovulación.
Asimismo, está indicada para aquellas parejas en las que el hombre tiene una infertilidad moderada debido a alguna alteración en el número, movilidad o morfología de los espermatozoides o para parejas que tengan infertilidad de causa desconocida.
–La técnica de microinyección intracitoplasmática (ICSI), la cual está indicada en aquellos casos en los que los espermatozoides presentan anomalías como: motilidad reducida de los espermatozoides (astenozoospermia), número muy bajo de espermatozoides (oligospermia) y anomalías en la forma de los espermatozoides (teratozoospermia). Ya que estas alteraciones pueden provocar que estos no se introduzcan en el óvulo de forma natural.
Es necesario obtener varios óvulos en un mismo ciclo para aumentar las posibilidades de embarazo.
La estimulación se lleva a cabo a través de la administración de inyecciones y varias ecografías en nuestro centro para controlar el desarrollo folicular.
La duración del proceso suele ser de entre 8 y 12 días, aunque depende de la respuesta de cada paciente.
La extracción de los óvulos se realiza mediante una punción transvaginal bajo control ecográfico.
La intervención dura normalmente unos 15 minutos y se realiza bajo sedación.
La paciente estará en condiciones de marcharse tras un reposo de 2 horas
Los ovocitos obtenidos se llevan al laboratorio FIV donde se preparan para ser inseminados, dependiendo de la técnica a utilizar FIV o ICSI. Paralelamente, el semen es preparado para mejorar y aumentar su capacidad fecundante.
Para realizar la fecundación in vitro de manera convencional (FIV), los óvulos u ovocitos se mantienen con las células que lo rodean (células de la granulosa) que permite que el espermatozoide interactué con el óvulo para que se de la fecundación. Estos óvulos se colocan en una placa y se dejan en contacto con los espermatozoides.
En el caso de realizar ICSI quitamos las células que rodean al óvulo, ya que esto permite al embriólogo conocer cuales son los óvulos con un estado adecuado para microinyectarlos (ovocitos maduros) y además no son necesarias; puesto que en este caso, se microinyecta directamente un único espermatozoide con las características adecuadas en el interior de cada óvulo.
Los ovocitos fecundados se confirman al día siguiente. A partir de ese momento, los embriones se mantienen en el tipo de cultivo adecuado para su desarrollo en cada caso.
Los embriones pueden permanecer en cultivo de 2 a 6 días, y dependiendo de cada caso serán transferidos en estadio de células o de blastocisto.
Si los embriones tienen una membrana gruesa, puede que los embriólogos le recomienden la técnica de “hatching” asistido, es decir, disminuir ese grosor de la membrana y así facilitar al embrión la salida de su envoltura externa y adherirse al revestimiento del útero para que se produzca la implantación.
Según cada caso particular, se decidirá el momento de la trasferencia de los embriones al útero materno.
Dependiendo de las características de los embriones y del endometrio, los médicos y embriólogos le aconsejarán el día más adecuado.
La transferencia se realiza por vía vaginal y no requiere anestesia, al ser una técnica indolora.
Dos semanas después de la transferencia, se realiza una prueba de embarazo. Si el resultado son positivo, su médico seguirá supervisándola hasta que haya presencia de latido en el feto, tras lo cual se la derivará a su obstetra.
Pensando en un uso futuro, todos los embriones de buena calidad que no sean transferidos se congelarán.
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