Una de las cuestiones candentes en todas las unidades de reproducción asistida, así como para los investigadores en la materia, es el fallo de implantación (FI). El fallo de implantación puede definirse, coloquialmente, como la no consecución de embarazo tras depositar embriones de buena calidad (tipo A o B), en el interior del útero, mas concretamente, en la cavidad endometrial. La pregunta ante esto es ¿porque cuando implantamos embriones, procedentes de fertilización in vitro con o sin microinyección espermática (FIV/ICSI), de buena calidad en pacientes con úteros y endometrios ecográficamente normales, estos no se implantan?… por tanto, dando lugar a una no consecución del deseado embarazo.

Este cuaderno sale a la luz gracias al trabajo del Grupo de Interés de Embriología de ASEBIR y a la inestimable colaboración de ANGELINI.

El hecho de que cada vez se posponga más el momento de la paternidad, ha llevado al doctor británico Kevin Smith a afirmar que los hombres deberían congelar su esperma a los 18 años para poder utilizarlo con posterioridad, ya que con la edad aumentan las posibilidades de que el niño sufra ciertos trastornos.