24 noviembre, 2022
¿Por qué cada vez retrasamos más la maternidad?
Hablar sobre la reproducción asistida es algo cada vez más común en muchas de las conversaciones que podemos tener dentro de nuestro círculo de amigos, con nuestras propias familias y, parte de ello, se debe al aumento en el número de parejas y mujeres que recurren a las clínicas para lograr su embarazo.
Lejos de lo que sucedía hace unos años en los que mencionar la imposibilidad de lograr el embarazo y tener que recurrir a un especialista era casi un tema tabú, hoy en día es una situación cada vez más normalizada.
Si hablamos de los motivos de que esto suceda, y motivo principal por el que muchas mujeres no logran el embarazo de forma natural, sin duda la edad en la que buscamos el embarazo es la principal causa de este aumento en los pacientes que recurren a las clínicas de reproducción asistida.
¿Por qué cada vez nos planteamos el embarazo a una edad más avanzada?
La edad de la mujer es la principal causa de infertilidad que vemos a diario en nuestras consultas.
Por lo general, factores como la búsqueda de una estabilidad económica o laboral, incluso estabilidad personal o la ausencia de pareja son los factores más comunes por los que cada vez retrasamos más la edad del embarazo.
Sin embargo, la edad física no está acompañada en absoluto por nuestra edad reproductiva, por así decirlo. Es importante que las mujeres sepamos y nos concienciemos de que, según avanza nuestra edad, nuestra capacidad reproductiva disminuye de forma considerable.
Así pues, tanto la cantidad como la calidad de los óvulos que producimos en cada ciclo menstrual comienza a decrecer al pasar los años. A partir de los 35 años, aproximadamente, este descenso empieza a acusarse, siendo más pronunciado sobre los 37 y realmente alarmante alrededor de los 40 años, siendo muy pocas las opciones de lograr el embarazo de forma natural o, incluso con óvulos propios.
¿Cuáles son mis opciones reproductivas en caso de no lograr el embarazo de forma natural?
Una pregunta que nos realizan con cierta frecuencia cuando les hablamos de la relación entre edad y opciones de lograr el embarazo a nuestras pacientes, es si a partir de los 40 no podrán ser madres.
Realmente, no podemos dar una respuesta categórica, ya que sí hay embarazos naturales en mujeres a partir de los 40 años, pero sí debemos asumir que las opciones de lograrlo de forma natural son realmente escasas.
En este caso, los tratamientos de Fecundación in Vitro o cuando debemos recurrir a la ovodonación, consiguen mejores tasas de éxito en la búsqueda del embarazo.
Explicado de una forma muy sencilla, la Fecundación in Vitro (FIV) consiste en la fecundación del óvulo de la paciente con una muestra de semen de su pareja, si la tiene, o con el semen de un donante, en nuestros laboratorios. De esta forma, obtenemos los embriones que serán transferidos al interior de su útero a la espera de lograr el embarazo.
Sin embargo, encontramos casos en los que los tratamientos de Fecundación in Vitro no dan resultado y la paciente no logra su embarazo. En estos casos, existe la posibilidad de recurrir a los óvulos de una donante más joven.
La llamada ovodonación es muy similar a la Fecundación in Vitro con la diferencia de que el óvulo que fecundaremos en nuestro laboratorio será el de una donante más joven, por lo que las opciones de lograr embriones de calidad y libres de cualquier anomalía que impida su implantación o su desarrollo, aumentarán nuestras opciones de lograr el embarazo.
Por lo general, estos tratamientos se recomiendan para mujeres con menopausia precoz, con uno o ambos ovarios dañados o ausentes, portadoras de anomalías cromosómicas hereditarias, con respuesta inadecuada a la medicación de estimulación de ovarios o que han fracasado en varios intentos de FIV, por diferentes razones.
¿Cómo se realiza la selección de las donantes para los tratamientos con donación de óvulos?
Lo primero que es importante destacar es que, en España, y según la propia Ley de Reproducción Asistida, la donación de óvulos es totalmente anónima.
Según indica la propia legislación, todas las aspirantes a donantes deben someterse a una serie de pruebas físicas, médicas y psicológicas, realizadas en las propias clínicas de reproducción asistida y presentar una edad comprendida entre los 18 y 35 años. Estas pruebas y evaluaciones son obligatorias para descartar la posibilidad de enfermedades congénitas, malformaciones y enfermedades de transmisión sexual.
En el momento en el que necesitamos recurrir a los óvulos de estas donantes, la selección de los óvulos se realiza en base a las características fenotípicas de la paciente, esto es teniendo en cuenta el color de pelo, color de ojos, grupo sanguíneo, nacionalidad, raza y otras particularidades.
Además, en HC Fertility, y a petición de los pacientes, ofrecemos la posibilidad de realizar un “matching” genético entre la donante y el varón de la pareja, para seleccionar la donante idónea y evitar la aparición o transmisión de enfermedades genéticas. En este caso el test se realiza al miembro de la pareja que aporta sus gametos y a la donante.
Es importante entender que cada caso es único, y que hoy en día hay distintas opciones de tratamiento que pueden ayudarlos en cada situación. Lo que puede ser la mejor opción para una paciente puede no serlo para otra, por lo que es fundamental consultar con un especialista.
¿Tenéis alguna duda o queréis recibir más información sobre cualquiera de nuestros tratamientos?
¡No dudéis en contactar con los especialistas de HC Fertility para resolver todas vuestras dudas!
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